Machupicchu

Piensas visitar lugares que te dejen asombrado y con ganas de ver más, pues Machu Picchu es el lugar ideal, una antigua ciudadela de incas, hogar de misterios y leyendas antiguas.

Machu Picchu es un vocablo o montaña vieja. Su imponente arquitectura consta con 140 estructuras que componen toda la ciudadela. Las montañas Machu Picchu y Huayna Picchu son parte de una gran formación orográfica conocida como Batolito de Vilca bamba, en la Cordillera Central de los Andes peruanos.

Es una de las maravillas naturales de Cusco, a la que podemos llegar en un tour de 1 día, una caminata de 2 horas de ida y 1 hora de retorno por un magnífico entorno de llamas, alpacas, montañas con nieve y arroyos.

Los registros muestran que la gran ciudad de Machu Picchu fue construida hace ya mucho por el gran inca, Pachacutec el mayor estadista del Tahuantinsuyo, quien gobernó desde 1438 hasta 1471. Los arqueólogos suponen que la construcción de la ciudadela dataría del siglo XV.

Para visitar Machu Picchu debes tener en cuenta algunas recomendaciones como:

• Antes del recorrido lleva una buena cantidad de agua.
• Practica ejercicios de respiración y consume abundante líquido.
• Evita llevar peso innecesario
• No te apartes del grupo con el que vengas y no des información personal a extraños.
• Lleva contigo bloqueador y alguna vestimenta que te proteja del sol, y de la lluvia.
• Escucha cualquier indicación o recomendación dada por el guía.
• Diviértete

Ubicación
La ciudad inca de Machupicchu se encuentra a 112.5 km. al noreste de la ciudad del Cusco, sobre los 2,350 metros de altitud, dentro del Parque Arqueológico de Machupicchu, que comprende un amplio territorio de la Provincia de Urubamba en el Departamento del Cusco.

La superficie del Parque Arqueológico, urbano y agrícola, abarca un total de 32,592 hectáreas, que están amparadas por el Decreto Supremo Nº 001-81-AA del 8 de enero de 1,981. Se encuentra ubicado en la vertiente oriental de la Cordillera de Vilcabamba, cordillera que limita con los ríos Apurimac y Urubamba.

Para construir la ciudad inca, los antiguos peruanos aprovecharon cortas laderas y la pequeñísima planicie de un espolón orogénico llamado Machupicchu, constituido por un gran bloque rocoso que forma parte de un basolito o afloramiento de roca de origen volcánico que tiene de cien a más kilómetros cuadrados de extensión.
El clima de la zona es benigno, templado y la temperatura promedio nunca desciende de los 13ºC.

Descubrimiento de Machupicchu

En julio de 1911 un hecho de especial significado para la vida del país ocurrió en el Cusco. El profesor norteamericano Hiram Bingham, tras ardua investigación, descubrió la famosa ciudad prehispánica de Machupicchu, una verdadera joya arquitectónica que los incas construyeron y que permaneció oculta por más de cuatro siglos, protegida por la exuberante vegetación del cañón del Urubamba.

¿Por qué las crónicas del siglo XVI no hablan de Machupicchu? ¿Por qué Machupicchu no fue destruida por los conquistadores y los extirpadores de idolatrías? ¿Por qué una ciudad tan importante fue dejada en el olvido durante cientos de años? Las respuestas a estas preguntas son un misterio, la mayor parte de lo que se sabe en torno al origen, la función y la construcción de Machupicchu se basa en hipótesis.

El desconocimiento que los españoles tuvieron de Machupicchu se debió a varios factores, pero especialmente a la agresividad del territorio.

Antes que Machupicchu fuera descubierta, es probable que formara parte de los fundos Qollipani y Kutija, con el paso de los años quedó la hacienda Q`ente como unidad inmobiliaria.

Los propietarios del fundo jamás habrían podido conocer metro a metro todo el lugar por su gran extensión y especialmente por su topografía tan agreste e irregular. Existieron personas que, efectivamente, conocieron Machupicchu e incluso vivieron en ella, pero que no tuvieron idea de su grandeza ni de la importancia que tenía y mucho menos tuvieron la posibilidad de darla a conocer al mundo.

Como ocurre con toda clase de descubrimientos, el de Machupicchu, tuvo también precursores, hombres de gran coraje, que atraídos por los riquísimos tesoros, que se dice existían en las ciudades perdidas de esta región, desafiaban el peligro que representaba la exploración de los bosques y montañas de la zona. Lugares casi inaccesibles por la densa vegetación, los animales salvajes y ponzoñosos, así como por el total desconocimiento del lugar.

El investigador del Cusco Simone Waisbard, en su libro “Machu Picchu”, cuenta que Enrique Palma y Gabino Sánchez fueron conducidos hasta el monumento por Agustín Lizárraga, quienes dejaron una inscripción con fecha del 14 de julio de 1,901. Ellos encontraron viviendo en el lugar al indígena Anacleto Alvarez, quien hacía ocho años atrás cultivaba las tierras arrendadas.